Por: Gerson Adrián Cordero
La cultura es la identidad de los pueblos, el ADN que está impregnado de una u otra manera en cada acción que pone en ejecución un individuo: en su forma de comportarse, en su lenguaje, en su modo de vestir, en lo que come, en todo. La cultura es lo que nos representa como nación y es por ello que debemos valorarla y cuidarla. El antropólogo Edward Burnett Tylor nos define la cultura como un todo muy complejo que comprende el conocimiento, el arte, las creencias, la moral, la ley, la costumbre y otras facultades y hábitos adquiridos por el hombre en cuanto a su rol como miembro de una sociedad. Cuando veo personas que se entregan por completo en busca del desarrollo de la misma, debo aplaudir esa labor, porque me satisface y me enorgullece. Amar la cultura, es a mar al prójimo, amar a las generaciones venideras, amarse a sí mismo.
Siempre habrán personas que digan: «Trabajo para el desarrollo de nuestra cultura» pero sus actos demuestran lo contrario, lo alejan de su verdadero rol, en busca del desarrollo cultural. Es bueno saber que la cultura no se encasilla, que la cultura no es de un grupo, que la cultura no se mendiga; que la cultura no es un color político y que la cultura es abierta para todos. Debemos tener presente, quela cultura es herencia genética de los pueblos y que lo único que debe hacer cada ciudadano es educar en base a su cultura a las demás generaciones para que siempre esté presente en los diferentes grupos sociales de cada época.
La cultura eres tú y soy yo, la cultura son las infraestructuras, las escuelas, las universidades, los colmados, las canchas, los estadios, los pueblos, los campos; las risas de los niños y niñas, nuestros dialectos, nuestras tradiciones, etcétera. La cultura es todo y está disponible para todos, porque la cultura (repito) eres tú y soy yo. Hay que seguir trabajando para que nuestra cultura siga en desarrollo, porque un pueblo que no valora su cultura, es un pueblo que desconoce su identidad.
