Por: Edwin J. Peña


En su libro: «Judas Iscariote el calumniado», Juan Bosch nos indica que el apóstol Juan tenía pleno conocimiento de lo que se estaba preparando para asesinar a Jesús, según Bosch, el apóstol Juan era un amigo íntimo de Anás, uno de los principales sacerdotes involucrado en la conjura que se estaba llevando a cabo para asesinar al maestro, esto nos lo confiesa el propio Juan de manera indirecta al estar al tanto de una reunión secreta entre los principales sacerdotes cuya única intención era deshacerse de Jesús: «Después de aquel día tomaron la resolución de matarle» (Juan 11:53).

Las pruebas que ofrece el profesor Bosch para afirmar que el apóstol Juan era un amigo íntimo de Anás, están depositadas en la propia Biblia, para empezar, al principio del libro, el autor nos deja claro que tanto Juan como su hermano Santiago eran socios de Pedro, probablemente los dueños de las barcas que usaban Pedro y Andrés para pescar, pues, la posición social tanto de Juan como de su hermano Santiago puede deducirse a partir de la ambición que demuestra su madre al pedirle a Jesús que le diera ciertos privilegios y puestos de categoría en el reino de Dios (Mateo 20:20-28).

Por tanto, no podemos descartar de que Juan tuviera contactos con hombres poderosos, esto porque venía de una familia acomodada; es a través de Juan que conocemos los detalles mas íntimos de la vida de Anás y Caifás, por ejemplo, Juan conocía perfectamente al hombre a quien Pedro le cortó la oreja cuando Jesús fue aprehendido, pues, es Juan quien nos revela que este hombre era un empleado de Caifás y además, nos aclara que uno de los hombres que reconoció a Pedro poco antes de que este negara a Jesús, era familia del hombre al que pedro le cortó la oreja (Juan 18:26).

Juan nos ofrece muchos detalles de la vida íntima de los acusadores de Jesús, y esto nos permite deducir que el apóstol conocía bien a estas personas, es Juan el evangelista que nos dice que Anás era suegro de Caifás, este mismo apóstol nos da una descripción tan viva de la casa de Anás, donde Jesús estaba siendo interrogado, que solo pudo haberla hecho alguien que ya haya estado en esa casa, pues, el propio Juan nos revela que había uno de los 12 apóstoles que conocía estrechamente al sumo sacerdote «Seguían a Jesús, Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del pontífice» (Juan 18:15). La mayoría de los teólogos concuerdan en que este discípulo cercano al pontífice era el mismo Juan.

Esto demuestra que Juan visitaba con frecuencia la casa de Anás, puesto que conocía los nombres de los siervos de su yerno Caifás, y hasta los parentescos entre la servidumbre. La servidumbre también lo conocía a él, puesto que la misma Biblia nos revela, que este apóstol se mantuvo en conversación con una de las siervas de la casa mientras se llevaba a cabo el interrogatorio y Pedro negaba a Jesús, frente a estos mismos siervos (Juan 18:16-18). El íntimo conocimiento que tenía Juan de la casa de Anás; y el hecho mismo de que sea él el único de los evangelistas que da testimonio de la reunión habida para acordar la muerte de Jesús, nos hace suponer que Juan conocía de ante mano los planes que se estaban preparando para Jesús y que al mismo tiempo no hizo saber a su maestro o demás discípulos. Este mismo Juan más tarde nos confiesa que «Jesús ya no andaba en publico entre los judíos; antes se fue a una región próxima al desierto, a una ciudad llamada Efrem» (Juan 18: 54-57). El Jesús que nos muestra Juan en el versículo 54, está claramente eludiendo la persecución puesta en marcha por la mencionada reunión en el Sanedrín, aquella que había llegado a la conclusión de matarle.

Muy contrario a la personalidad que se nos muestra de Juan en las películas y predicas cristiana, la Biblia nos dice que era un hombre apasionado a quien el propio Jesús llamó «hijo del trueno», fue este mismo Juan, el que le propuso a Jesús que bajara fuego del cielo para que destruyera el caserío samaritano donde no quisieron recibir a Jesús, mismo Juan que prohibía echar demonios a los que no formaran parte de los 12, el mismo que escribió en apocalipsis y quien también hace la primera acusación contra Judas, para empezar, él es el único de los apóstoles que tras presentar a Judas agrega «Y Judas Iscariote, que fue el traidor» (Juan 12:4), es el único que le llama ladrón, ¿Por qué Juan llama ladrón a Judas? Juan es uno de los pocos apóstoles que pone palabras en boca de Judas, pero también es el único que siempre nos recuerda su condición, de traidor y ladrón, ¿Por qué? No se supone que el cargo de tesorero fue ofrecido por Jesús a Judas ¿Se lo habría dado Jesús sabiendo que Judas es un ladrón? ¿Acaso dicho cargo no se da a una persona de confianza que pueda desempeñar su papel?

Libros consultados:

1- Juan Bosch; Judas Iscariote el calumniado.

2- Evangelio según San Juan.

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