Por: Fernando Hiciano


Con esta parte concluimos el estudio analítico de la novela: Los versos de Yermao, del doctor Miguelángel Durán.

La muerte de Enriquillo, de un linaje muy arraigado taino. Aunque su nombre fue impuesto por el más remoto ayuntamiento de Cantabria, aunque su apellido nunca obedece a un blasón español, ni lo será jamás, el autor reflexiona, que siendo su tía Anacaona reina de Jaragua y su padre Magiocatex, príncipe heredero, por lo que no necesito nunca cambiar su origen por otro nombre. En esta parte aparecen unos versos dignos de admiración.

Bejo no tiene número/Bejo no está en el diccionario/Bejo no tiene precio/Bejo no es apellido/Bejo, suena feo. Resulta, que los españoles para burlarse del indio le crean un nombre que no reposa posiblemente en el idioma español.

Y como un don nadie había/que agregarle un brazalete… Sigue cantando el poeta.

Y su boca quemaba los caminos/hasta que su alma quiso volar como gaviota/desde el canto pétreo que la guarecía.

El cacique trasciende e infunde temor en aquellas personas que oprimen su raza.El ave trocó sus alas en lo más alto…/para que sus vástagos las la recogieran/y la convirtieran en corona sin espinas.

Sigue diciendo: Y para callar la voz y la razón/su fuerza y sus dominios/su luz y su religión/dejaron caer sobre su pecho/un montón de ladrillos empotrados/en triste de muertos cautivos/adornando de oscuros rostros el pincel/los muñecos del altar.

No pudieron borrar de la faz de la tierra a Enriquillo: Bancos de desocupados, rostros ausentes/pero debajo de ese altar otro templo floreció/sembrado en el bosque de las aguas/echando raíces, hojas y frutos en cada otoño/por los siglos de los siglos amen.

Al final de la novela, el alma de poeta del autor empieza a soltar con suavidad su verdad poética: …mi sopor está en las hieráticas manos/de los aitisis que miran hacia arriba/un cause angosto y profundo, río que/moja mi garganta y calma la sed/de reflejos embebidos. Sigue diciendo.

…frente alta de cordillera agonizante. Esos versos parecen que el poeta se lo hurtó del dialecto a los dioses inescrutables e inmarcesibles.

La cruz corroída por el tiempo/agujero grande con rostro de quimera/teje como teje la madeja que se entreteje/hasta el sustento de los humildes/tirando sus escasas monedas/en el ‘’santo hoyo’’ de su cruz. Los Versos de Yermao promete ser una novela bien valorada por la crítica literaria, específicamente la literatura antillana junta con otras novelas indigenistas como Enriquillo de Manuel de Jesús Galván, entre otras.

Esta propuesta literaria sugiere ser tema de debate en los estudiosos de la materia.

Auguramos muchos éxitos y esperamos que Miguelángel se constituya en un novelista consagrado para continuar ampliando en los lectores el deleite de buenas lecturas literarias.

¡Enhorabuena, amigo! Páginas de consultas de los textos de la novela Los Versos de Yermao: 11, 15, 25, 65, 66, 67, 125, 136, 157, 161, 162, 163, 183, 262, 281, 301, 337, 338 y 345

Fernando Hiciano

Profesor, Poeta y novelista. Articulista de temas educativos.

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